miércoles, 10 de febrero de 2010

Historia de dos hormigas (I)

En el transcurso de una de las invasiones españolas en sudamérica, mientras todo el ejército avanzaba por la selva, iban cortando las ramas de los árboles para abrirse paso y dejar el camino hecho para los demás. En una de esos cortes dos hormigas cayeron al suelo. Asustadas por lo que acababa de ocurrir comenzaron a hablar sobre lo ocurrido. Sus nombres son Hor y Miga.

Hor: Vaya Hostia.

Miga: Ya te digo, creo que me he roto algo.

H: Bueno, no seas exagerado eh.

M: Que te lo digo en serio, que no puedo mover las patas de atras.

H: Las piernas.

M: No, no, las patas de atrás. Deja de usar arcaísmos.

H: Paso del tema.

M: Me estoy preocupando. No consigo moverlas.

H: Pues ya puedes suicidarte macho por que lo que es aquí me da que con silla de ruedas no vas a ningún sitio.

M: ¿A qué te refieres?

H: A que aquí no hay rampas ni nada de eso, no vas a poder ir a ningún sitio. Te vas a morir de hambre.

M: ¿Me lo estás diciendo en serio?

H: De verdad.

M: Pues yo cambiaré eso. Voy a luchar por conseguir esas rampas. Voy a pelear por que esta sociedad se adapte a mi condición.

H: Pero...¿Eso no es un poco egoísta?

M: Para nada. Es la sociedad la que es una egoísta por no cuidar a gente como yo. Llevamos años muriéndonos de hambre y comiendo las sobras de cuatro buenos samaritanos.

H: Pero si te acabas de caer.

M: Bueno...si, tienes razón. Aún así, seguiré luchando...

La conversación se pierde en argumentos a favor o en contra de adaptar la sociedad a los minusválidos. Dos años después se volverán a encontrar con una sociedad totalmente diferente a la que dejaron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario