Dos golpecitos

La figura anda por la calle ancha de una ciudad cualquiera camino de una estación de metro cualquiera. Mientras baja por las escaleras mecánicas saca su cartera y saca su billete de metro. Es de cartón fino, en un tono azul celeste. Lo mira. Lo observa detenidamente mientras el recorrido de las escaleras acaba. Se pone en marcha y anda hasta las canceladoras. Pasa su billete y lo recoge en el otro extremo. Antes de dejar la canceladora, da dos pequeños golpecitos.

"Dos golpecitos" piensa mientras baja al andén y se sienta a esperar el próximo metro que le lleve a su destino. Busca un banco y se sienta al lado de un señor cualquiera con una edad cualquiera que no tiene una mirada cualquiera, le mira con curiosidad, con alegría y tristeza mezcladas en un cóctel de vida extraña y enriquecedora.

"Dos golpecitos - le dice ese hombre cualquiera - yo también solía hacerlo." La figura decide mirar al señor que le habla. "Dos pequeños golpecitos - prosiguió el señor - que demuestran todo en una vida, entras en el metro, dos golpecitos, sales de él, dos golpecitos. Y algo que resulta tan fácil jamás ha tenido tanto que decir en otro lugares."

La figura extraña que espera el metro que lo lleve a su destino cualquiera simplemente escucha a ese señor cualquiera mientras le cuenta una historia que parece cualquiera, pero que en realidad habla sobre dos pequeños golpes.

"Todo en la vida son dos golpecitos, uno para entrar, y otro para salir. Es así de sencillo y fácil. Un golpecito es lo que se tarda en ver a esa chica que te gustará para siempre, y basta otro golpecito para que esa persona cualquiera que querrás para siempre no se fije en ti."

Mientras el hombre prosigue su historia, la figura se levanta, el metro cualquiera llega y para él la historia cualquiera que en realidad habla sobre toda una vida ha terminado. Entra en el metro y tras un viaje cualquiera con una duración cualquiera llega a su destino cualquiera. Mientras sube las escaleras camino de las canceladoras que le permitirán salir, saca su cartera y coge su billete de metro. Lo mete en la canceladora y lo recoge en el otro extremo. Antes de continuar mira su billete y observa la canceladora. Golpea dos veces con el billete y se marcha a su destino cualquiera.

"Dos golpecitos - piensa - una vida."

Se venden cachorritos

Si amigos si, me voy de nuevo a labores humanitarias. Se venden cachorritos. Son de una especie muy común, ninguna noble, pero "se hacen de querer". Se requieren ingentes cantidades de comida y regalos para mantenerlos contentos y hay que reafirmarles su estatus de dueños de todo constantemente para que estén contentos.

Se ruega a franceses o suecos de ultra derecha que los adopten, que creo que se van a llevar bien. Adjunto foto por si alguien está interesado:

Vasile habla. Mi loro también

No puedo evitarlo, cada vez que leo una nueva declaración de Paolo Vasile me entran síntomas parecidos a la gonorrea. es hablar y sentir que me sangra el hojaldre (expresión que utilizaré para que los más mojigatos, papistas, gente de bien y furcias con estudios no se ofendan).

Lo primero que ha dicho es que no le parece justo que le cierren su canal "Cincoshop". Claro, eso no vale, la ley establece que sólo se pueden mantener 4 canales por grupo de comunicación y "Telecinco", que es muy lista (en el peor sentido de la palabra) decidió que lo mejor era quitar algo de calidad a los 4 canales que mantiene en antena para poder albergar en su multiplex un quinto canal con una calidad digna de la mejor producción africana. Por supuesto ese canal se dedica a vender "batamantas" que te alargan el pene y un vibrador con forma de cinto. Las ganancias estaban ahí y Paolito que tonto no es se aprovechó del tema.

Muy bien, venga, ya la has hecho, te han pillado, acéptalo y a intentar colársela al gobierno otra vez, si total, muy difícil no es. Pues no, para el "Amigo de los niños" (sobre todo en el horario infantil) eso no vale y le parece una medida arcaica y neandertal. Como si Jorge Javier Vázquez llegase a "homo habilis".

Además de eso, mientras califica su recorte de canales como una medida injusta, ya se ha decidido a comenzar las emisiones de Telecindo en HD, ocupando, ya de paso, el doble de espacio en el multiplex. Y no contento con eso ha añadido que la tecnología avanza mucho más rápido que las cadenas y sus contenidos. Aquí si, aquí te felicito mi italiano favorito después las novias de Berlusconi. Sin embargo, una ligera pega. Avanza más rápido, qué duda cabe, pero mientras en otros países llevan tiempo emitiendo en HD en España empezamos ahora, muchísimo más tarde. 

Y yo me pregunto, ¿No será que ahora le sobra sitio en el multiplex?